
Triple Balance: qué es y por qué es importante para tu empresa
¿Solo tienes en cuenta los resultados económicos de tu empresa para hacer balance? Tu negocio es mucho más que eso, así que debes conocer el triple balance y comenzar a medir tus resultados de verdad.
¿Solo tienes en cuenta los resultados económicos de tu empresa para hacer balance? Tu negocio es mucho más que eso, así que debes conocer el triple balance y comenzar a medir tus resultados de verdad.
Te contamos todo sobre esta metodología, así que sigue leyendo.
Qué es el triple balance de una empresa
La triple cuenta de resultados o triple balance es por definición, un modelo o herramienta que evalúa el desempeño de una empresa teniendo en cuenta tres dimensiones: la económica, la social y la ambiental.
Esto te suena, ¿verdad?. Son los tres componentes de la sostenibilidad y es que el triple balance y el desarrollo sostenible están íntimamente ligados.
Las empresas que optan por utilizar la triple cuenta de resultados apuestan por el desarrollo sostenible y tienen consciencia de que monitorizar sus resultados de esta manera les permite tomar mejores decisiones estratégicas.
Dentro del concepto de triple balance, tenemos en realidad nueve dimensiones, que nos permiten hacer un análisis más exhaustivo.
Triple Balance
Controlando los impactos en los tres ámbitos, podemos gestionar las tensiones que se produzcan entre ellos y equilibrarlos. De estas manera también podremos evitar riesgos futuros.
Cómo medir el triple balance (sostenibilidad)
Para medir el triple balance, debemos identificar y hacer un seguimiento de todos los procesos que pueden afectar a las tres dimensiones (social, ambiental y económica).
Será necesario usar un índice efectivo que nos ofrezca una visión más objetiva de los impactos para seguir el desempeño de la sostenibilidad.
El índice de sostenibilidad que escojamos debe ser significativo, medible, relevante e integral. Puede que esto no te diga gran cosa, pero lo fundamental es establecer datos y objetivos para que el éxito pueda determinarse y documentarse. Ya te puedes hacer una idea de que hacer un seguimiento del triple balance no siempre es sencillo.
Por ejemplo, el capital social y la salud ambiental son más difíciles de cuantificar en comparación con las ganancias económicas medidas en Euros. Es por eso que el índice de sostenibilidad debe incluir métodos de contabilidad universalmente aceptados y permitir comparaciones basadas en puntos de referencia establecidos.
Hacer cuantificables las mediciones subjetivas
El triple balance generalmente usa medidas estandarizadas no tradicionales. Así que será necesario que consideremos con cuidado medidas basadas en nuestros objetivos específicos. Una vez que se establecen los objetivos, podemos personalizar el índice según nuestras necesidades.
Para cuantificar el triple balance, algunos ejemplos de variables aparentemente subjetivas que se pueden medir incluyen las siguientes categorías:
Medidas sociales
Las variables sociales pueden incluir medidas de educación, acceso a recursos, salud, equidad, capital social y calidad de vida. Algunas medidas sociales específicas pueden ser:
Ingresos medios del hogar
Tasa de desempleo
Porcentaje de participación laboral femenina
Niveles educativos / porcentajes
Crimen per cápita
La esperanza de vida media
Tiempo promedio de viaje
Como ves, son medidas de lo más variadas que nos dan una idea del estado social de una comunidad.
Medidas ambientales
Los factores ambientales reflejan los recursos naturales y la viabilidad. La calidad del aire, la calidad del agua, los recursos naturales disponibles, el consumo de energía, los residuos, la cubierta y el uso del suelo se pueden medir y rastrear. De forma específica podemos medir, por ejemplo:
Concentración de nitrógeno
Emisiones de gases de efecto invernadero
Cantidad de residuos generados
Uso de material reciclado
Consumo de combustibles fósiles
Consumo de electricidad
Consumo de agua
Gestión de residuos peligrosos
Manejo de residuos sólidos
Cambios en el uso del suelo
Hay muchas más variables ambientales que podemos medir y rastrear para hacer balance de esta dimensión y deberás elegir las que tengan relación con tus objetivos.
Medidas económicas
Las variables económicas suelen ser más fáciles de rastrear y pueden afectar el resultado final y el flujo de dinero de la empresa u organización. Los ingresos, los gastos, los impuestos, la tasa de empleo, etc., son variables cuantificables. Otros que podemos incluir:
Ingresos medios
Costes de subempleo
Porcentajes de crecimiento laboral
Abandono del establecimiento
Porcentaje de empresas en cada sector
Distribución del empleo por sector
Ingresos por sector
Esta dimensión suele ser analizada por todas las organizaciones, por lo tanto será mucho más sencillo el proceso de medir y rastrear.
Sabemos que después de todo esto, te has quedado con cara de “¿qué hago?” Para facilitarte medir el triple balance, la Asociación de las empresas triple balance (Sannas) pone a tu disposición herramientas y metodologías que te pueden ayudar con ello.
Ejemplos de triple balance
Si has llegado hasta aquí buscando algún ejemplo de empresas que se están adaptando al triple balance, aquí tenemos algunas:
Seventh Generation: esta empresa produce productos de limpieza ecológicos. Su nombre se debe a que buscan mejorar la salud y el bienestar de las próximas 7 generaciones. en su web puedes encontrar más info.
EnviroPure Systems: han creado una solución que ayuda a eliminar de manera efectiva los desperdicios que proviene de alimentos orgánicos sin recurrir a los vertederos. Su sistema acelera el proceso de compostaje y crea un subproducto que puede ser usado en jardines y paisajismo.
Due: si asocias facturas con papel, vete olvidando, Due está cambiando eso. Se accede a las facturas por correo electrónico o mediante un enlace y se puede pagar directamente.
Patagonia: Patagonia demuestra que se puede crear equipamiento y ropa para todo tipo de entornos sin causar daño al medioambiente. No utilizan productos químicos en sus procesos de producción y usan materiales reciclados, orgánicos o ecológicos. Patagonia también defiende las iniciativas ambientales (agricultura sostenible, conservación del agua, etc.).
Pero si buscabas ejemplos de empresas de triple balance en España, te recomendamos que visites la web de Sannas donde encontrarás muchos ejemplos.
¿Dudas, ruegos o preguntas? Si crees que te puedo ayudar de alguna manera, deja un mensaje aquí.
Antes de que te vayas, echa un vistazo:
Preguntas frecuentes sobre las ecoetiquetas
¿Cuántas etiquetas de color verde o marrón ves a lo largo de la semana? Si tienes un cacao mental y no sabes distinguirlas, en este post respondemos a las preguntas y dudas más comunes de las ecoetiquetas.
En este post te explicamos algunas de las dudas y preguntas más frecuentes en relación a este gran mundo de las ecoetiquetas.
Antes de nada nos gustaría decirte una cosa:
Si no tienes una empresa o marca: no te agobies con la cantidad de ecoetiquetas que puedes ver a diario. Hoy en día todos queremos ser sostenibles, pero hay que saber diferenciar el marketing verde del greenwashing. Nuestro consejo es que seas fiel a las marcas o productos que sabes que hacen las cosas bien.
Si tienes una empresa y quieres certificarte o ya lo has hecho, al menos comprométete de verdad y no tengas solo el papelito. No hay mejor manera de ganarse la confianza de las personas que siendo coherente.
A cualquier persona: fomentar el consumo de productos sostenibles es uno de nuestros objetivos, pero siempre decimos que todo debe basarse en un consumo responsable, no en esa filosofía de comprar, usar y tirar.
Ahora sí, vamos al lío.
¿Qué son las ecoetiquetas?
Las ecoetiquetas o etiquetas ecológicas pueden definirse como distintivos que aportan información sobre el desempeño ambiental de los productos o servicios que las llevan.
O lo que es lo mismo, nos permite saber si ayudan a cuidar y a conservar el medio ambiente en todo su ciclo de vida o en una fase del mismo.
El análisis del ciclo de vida (ACV) se realiza para obtener información sobre diferentes aspectos ambientales de un producto, desde que se extraen las materias primas hasta que finaliza su vida útil, con el objetivo de conocer el impacto real en el medio ambiente.
Con la explicación gráfica seguro que lo entiendes mejor:
Ciclo de vida general de un producto.
¿Para qué sirven las ecoetiquetas?
Todos estamos al tanto de la grave crisis ambiental que estamos viviendo y aunque las industrias tienen gran influencia en el cambio climático, las personas también podemos actuar y decidir en función de lo que consumimos.
Así, si vemos un producto con ecoetiqueta sabemos que su impacto ambiental, teniendo en cuenta el ciclo de vida, es menor que otros productos similares.
Por lo tanto, las ecoetiquetas aportan algo de transparencia e información.
Con respecto a las empresas, si sus productos están certificados tendrán ventaja frente a otros que no lo estén y puede ser crucial en la decisión del consumidor. Una desventaja para las PYMES es que tienen una cuota que pagar al organismo certificador (la cual no es precisamente barata).
¿Quién regula las ecoetiquetas?
Las ecoetiquetas pueden estar reguladas por:
Organismos públicos como el Comité de la Etiqueta Ecológica de la Unión Europea (CEEUE).
Organismos privados tales como AENOR (en España).
Esto dependerá del tipo de ecoetiqueta y de la naturaleza de la misma. No te preocupes, más abajo ampliamos información sobre los principales grupos.
Lo que sí, tanto organismos públicos como privados deben ser imparciales y neutrales.
¿Quién otorga las ecoetiquetas?
Si, lo que estás pensando.
Aquellos que las regulan son los que las pueden conceder, siempre que se cumplan los requisitos que pide cada una de las etiquetas ecológicas.
¿Cuántas ecoetiquetas existen?
En los años 90, cuando comenzó el sistema de ecoetiquetas, se aplicó a detergentes, electrodomésticos, pinturas y bombillas. Hoy en día se extiende a alimentos, comercios y edificios, actividades de ocio y turismo, ropa, cosmética, etc.
Por lo que existen muchas, muchísimas y podemos agruparlas en 3 tipos de ecoetiquetas:
Tipo 1: ecoetiquetas oficiales o sellos autorizados.
Aquellas certificadas por un organismo público o sin ánimo de lucro y de prestigio reconocido, que valida el cumplimiento de los criterios ambientales en todo el ciclo de vida del producto. Suelen ser a nivel comunitario y deben cumplir los requisitos de la Norma ISO 14024.
Ejemplos de ecoetiquetas tipo 1: Etiqueta Ecológica Europea (EEE) que se utiliza en aquellos productos o servicios cuyo origen es Europa (incluidos los países que no están en la CEE) y que es una de las ecoetiquetas más importantes. También se le conoce como ecoetiqueta flor europea.
Aquí tienes toda la información si quieres solicitarla.
También son muy conocidas la ecoetiqueta Blue Angel de Alemania, la ecoetiqueta Cisne Nórdico de Noruega o la ecoetiqueta FSC.
Tipo 2: autodeclaraciones ambientales.
En este caso, es la propia empresa la que certifica su desempeño ambiental sin ser validada por un tercero imparcial. Se rigen por las normativas ambientales y ecológicas de cada país y deben cumplir con los requisitos de la Norma ISO 14021.
Son designadas por entidades privadas y se les conoce también como “ecoetiquetas no oficiales”. Normalmente hacen referencia a una parte del ciclo de vida del producto o a alguna característica.
Ejemplos de ecoetiquetas tipo 2: todas aquellas con adjetivos tales como envase biodegradable, compostable, reciclable, bajo uso de recursos y los más conocidos, son los símbolos del reciclaje (círculo de Möbius).
Tipo 3: ecoetiquetas y declaraciones ambientales de producto.
En ellas, se analiza todo el ciclo de vida de un producto y se da información sobre los datos ambientales extraídos. Se rigen por la Norma ISO 14025 y deben ser verificadas por un organismo imparcial.
La principal diferencia con las ecoetiquetas de tipo 1 es que estas, no tienen que cumplir obligatoriamente ningún requisito.
Ejemplos de información aportada por las ecoetiquetas de tipo 3: cantidad de energía utilizada durante la fabricación, cantidad de residuos generados.
Las más fiables para los consumidores son las de tipo 1 y tipo 3, puesto que hay un organismo imparcial que las valida. La característica principal de las ecoetiquetas certificadas es que tienen carácter voluntario.
Hoy en día existen ecoetiquetas para alimentos, ecoetiquetas para hoteles, ecoetiquetas que certifican servicios y actividades, ecoetiquetas para arquitectura, certificaciones de eficiencia energética…
En definitiva si tienes una empresa, sea cual sea tu actividad o tu producto y si te interesa certificarte con alguna ecoetiqueta, paciencia y busca bien cual es la que mejor se pueda adaptar a tus necesidades.
Economía circular: cómo aplicarla a tu negocio
La economía circular puede ser la solución a los problemas de tu negocio. Te contamos qué es, cómo puede ayudar a tu empresa y cómo puedes aplicarla.
La economía circular está de moda mucho más que el último vestido de Kylie Jenner y no es de extrañar, porque nos urge cambiar nuestro modelo económico por uno más sostenible y la economía circular puede ser la solución.
Si quieres saber qué es y cómo puede ayudar a tu negocio y cómo puedes aplicarla, sigue leyendo porque vamos a despejar tus dudas.
Qué es la economía circular
Si has llegado aquí para conocer el concepto de economía circular, vamos a darte algo más que una tonta definición.
¿Qué quiere decir economía circular? Se trata de un sistema que reduce los desperdicios y consumos para producir bienes y servicios.
En el siguiente vídeo puedes ver una explicación más amplia de qué es economía circular y para qué sirve.
La diferencia fundamental entre la economía circular y lineal (el sistema actual), es que la primera aprovecha los desechos para volver a convertirlos en recursos, mientras que la segunda se basa en el “usar y tirar”.
La economía circular funciona como un sistema cerrado, tal y como sucede en la naturaleza, que todo se transforma para dar lugar a algo nuevo.
Economía circular: historia
Si te preguntas cómo surgió la economía circular, debes saber que en realidad siempre ha estado ahí. La humanidad aprovechó los recursos de manera circular desde edades muy antiguas, aunque comenzaron a aplicarse modelos de negocios basados en la circularidad en la década de los 70.
En realidad el término se utilizó por primera vez en 1980 para describir las interacciones entre la economía y la naturaleza como un sistema cerrado.
Principios de la economía circular
Para comprender bien qué es economía circular, debemos tener claros sus principios:
Preservar y fortalecer el capital natural: se debe partir de comprender que los recursos no son ilimitados y que se debe mantener un balance de los recursos que son renovables.
Optimizar el rendimiento de los recursos: debemos pensar en alargar la vida útil de los productos y hacerlos de manera que sean fáciles de reparar, reutilizar y reciclar.
Fomentar la efectividad de los sistemas: de manera que disminuyamos al mínimo los impactos ambientales negativos.
Beneficios de la economía circular
Las ventajas o beneficios de este modelo nos muestran por qué es importante la economía circular. Te hablamos de algunos de ellos:
Reducción del impacto ambiental: al reducirse la extracción de materias primas, los residuos, etc. el impacto que generamos al medio ambiente es mucho menor.
Innovación y crecimiento económico: se generan nuevas tecnologías y nuevos modelos de negocio que ayudarán a generar valor económico.
Mejora social: se crearán nuevos puestos de trabajo además de mejorar las condiciones de vida de las personas.
Aumento de la seguridad en el suministro: se reducirá la necesidad de materias primas vírgenes y disminuirá la dependencia de las importaciones.
Con respecto a tu propio negocio, la economía circular también tiene beneficios como el ahorro de costes, la mejora de la sostenibilidad, la eficiencia, la mejora de la reputación, etc.
Te contamos en el siguiente apartado cómo implementar la economía circular en tu empresa o negocio.
Cómo diseñar una estrategia de economía circular para tu negocio
Para contribuir a la economía circular con tu empresa debes plantearte una estrategia donde se tengan en cuentan todos los agentes relacionados con tu actividad. Suena a rollo, lo sabemos, pero puedes seguir estos pasos:
Análisis: debes identificar los riesgos para tu empresa de la economía lineal y las oportunidades de la economía circular. También debes analizar tu organización en función de los flujos de materiales y energéticos. ¿De dónde viene todo lo que consumes y a dónde va?
Objetivos: una vez está claro qué podemos aprovechar y qué colaboraciones nos pueden ayudar a hacerlo, debemos fijarnos unos objetivos teniendo en cuenta la viabilidad técnica y económica.
Planificación: Ahora debes idear cómo se llevarán a cabo los cambios para cumplir los objetivos fijados.
Implementación: diseña una hoja de ruta con responsabilidades y plazos para cumplir las diferentes tareas que requiera tu plan.
Medición: debes hacer un seguimiento de las acciones para ver si se están cumpliendo y se acercan o se alejan de los objetivos planteados.
Comunicación: no basta con hacer, también hay que contar. Tanto a nivel interno como externo de la empresa, los diferentes actores deben conocer las acciones que se están llevando a cabo. Será tu mejor publicidad.
Todo esto está muy bien, pero tú venías en busca de algo más concreto quizás, así que sigue leyendo porque te vamos a contar una serie de ideas que te pueden servir de inspiración.
Economía circular: ideas
Te damos algunas ideas o ejemplos de economía circular en la empresa para que puedas aplicarlas a tu estrategia:
Nuevos productos o servicios: lanzar un nuevo producto o servicio puede cambiarlo todo, como por ejemplo, las reverse machine, esas máquinas estilo vending que recogen latas, bombillas, etc., a cambio de una recompensa.
Alargar la vida de los productos: Hacer algo más duradero evita que estemos continuamente generando nuevos residuos.
Transformar los productos: algo que parece un residuo de tu actividad se puede convertir en un nuevo producto.
Consumo colaborativo: maquinaria, compartir espacio o herramientas, son algunas maneras de consumo colaborativo que están surgiendo en las empresas, no lo desaproveches.
Reconsiderar el modelo de negocio: a veces hay que ir un poco más allá y replantearse todo desde el principio, como las empresas que vuelven a recoger sus botellas de vidrio, algo que siempre se ha hecho y se tiene que volver a recuperar.
Priorizar los recursos renovables: tanto en energía como en materias primas.
Aprovechar la tecnología digital: se pueden mejorar productos y servicios aprovechando el mundo online y favoreciendo la comunicación entre todas las partes interesadas.
Lo fundamental es tener una visión sistémica durante todo el proceso, desde la extracción de materias primas, hasta el fin de uso de un producto, incluyendo todos los servicios que haya de por medio y el uso de éste.
Si te han quedado dudas sin resolver sobre la economía circular puedes dejarme un comentario o escribirme. :)
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¿Qué es el Greenwashing y cómo evitar caer en él?
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Greenwashing: qué es y sus 7 pecados
Has escuchado el término seguramente muchas veces, pero ¿qué quiere decir greenwashing? La definición nos dice que son un conjunto de prácticas que las empresas e instituciones utilizan para lavar su imagen mediante la publicidad.
Por supuesto, publicidad engañosa que nos hace pensar que esas organizaciones son muy respetuosas con el medio ambiente cuando esto se aleja mucho de la realidad. Su único objetivo con esas campañas es generar ventas.
¿Te suenan las etiquetas verdes, eso de “ producto 100% natural”, “respetuoso con el medio ambiente” o “bio”, “eco”, etc? Pues adivina qué. No significa nada. No implica que estos productos sean sostenibles.
Historia del greenwashing
Allá por la década de los 60, con tanta paz y amor, también comenzó el amor por el planeta y cuidar el medio ambiente empezó a ganar importancia. Fue cuando los primeros anuncios comenzaron a mostrarnos lo verdes que eran las empresas aún sin serlo.
En los 80, después de varios desastres ambientales, la defensa del medio ambiente comenzó a ganar fuerza. Y ya entrados en los 90 la cosa se puso más seria.
En la actualidad ya sabes como va esto de las empresas y el greenwashing. Cuanto más recursos tienen, más parecen gastar en publicidad engañosa que en ayudar realmente al medio ambiente.
7 pecados del greenwashing
Hace ya unos años la consultora Terra Choice hizo eco de lo que conocemos hoy en día como “los 7 pecados del greenwashing”. Te contamos cuales son:
Compensación oculta: se produce cuando se destaca una característica de un producto sin importar los problemas ambientales importantes que realmente puede causar. Por ejemplo, cuando te hablan de un aparato electrónico con un bajo consumo energético pero se omite que está hecho con materiales peligrosos para el planeta.
Falta de pruebas: se trata de afirmaciones que no pueden ser comprobadas. Puede que no estén certificadas por un tercero o que lo estén por alguna entidad un poco “extraña”. Como por ejemplo, textiles hechos con plásticos recogidos del Mediterráneo, puede que sea cierto, pero no tenemos pruebas de ello.
Vaguedad: conceptos mal explicados o muy amplios que inducen a la confusión. El caso más típico es el concepto de “natural” que no nos dice nada y legalmente no está regulado. Que algo sea natural no implica que sea bueno.
Etiquetas falsas: certificaciones que no existen, creadas por la propia marca o incluso llegan a afirmar que un producto está certificado con una etiqueta real y reconocida, cuando no es cierto.
Irrelevancia: se trata de casos en los que se da información real pero que no es relevante. Por ejemplo, que un aerosol no contenga CFCs no es relevante porque están prohibidos, o que un taller mecánico te diga que no vierte el aceite al río cuando están obligados por ley a gestionar sus residuos peligrosos con un gestor.
El mal menor: los productos biodegradables son el claro ejemplo de esto. Nos distraen del verdadero problema que son los productos de usar y tirar.
Mentir: si, la empresas mienten. ¡Sorpresa! Se promueven acciones que no se cumplen y políticas ambientales que son totalmente falsas.
Seguro que te suenan estas prácticas y las has visto en más de una ocasión, pero veamos algunos ejemplos de greenwashing.
Ejemplos de greenwashing
En todas las industrias se dan casos de greenwashing: moda, turismo, cosmética… Cualquiera que te puedas imaginar. Las grandes marcas saben que lo “verde” vende y por eso vemos casos como los de Airbus, Adidas, Danone, Zara, Coca cola… (por no hablar de Monsanto).
A continuación te damos algunos ejemplos de greenwashing en 2019 (o antes, el número es lo de menos):
Nestlé y sus granos de cacao sostenibles: Una demanda colectiva de 2019 contra Nestlé alega que los "granos de cacao de origen sostenible" no tienen nada de sostenibles. La producción del ingrediente clave de los productos de chocolate Nestlé está contribuyendo a la deforestación masiva en África Occidental. La demanda también afirma que el cacao proviene de granjas que utilizan trabajo infantil y esclavo.
LEI electronics y sus pilas carbon neutral: LEI Electronics no proporcionó información sobre cuándo ocurrieron o ocurrirán las reducciones de emisiones. Las afirmaciones de carbono neutral en cuestión se referían a las baterías alcalinas ecológicas de la compañía y fueron desafiadas por el competidor Energizer.
Volkswagen y sus coches diésel “limpios”: Este caso te sonará de sobra. Volkswagen admitió haber manipulado 11 millones de sus propios "diésel limpios" con dispositivos diseñados para engañar en las emisiones. Varios fabricantes de automóviles se han enfrentado a acusaciones similares en los últimos años, como BMW, Chevrolet, Ford y Mercedes-Benz.
O.b. y su ahorro de residuos: Los tampones sin aplicadores, como los que vende O.b., afirman evitar una cantidad importante de residuos al prescindir del aplicador. Pero no mencionan las toneladas de herbicidas, insecticidas, fertilizantes, fungicidas y otros productos químicos utilizados para producir cultivos de algodón.
Las energéticas: si, así en general y a lo loco, pero las grandes energéticas no dejan de lanzar campañas para lavar su imagen, Iberdrola con su slogan “Iberdrola verde es”, BP con su logo verde de una flor que nos hace pensar el medioambiente es su prioridad, o Repsol financiando proyectos “verdes”.
Podríamos darte muchos más ejemplos de greenwashing, pero no queremos extendernos demasiado. Puedes ver algún caso más en el vídeo del siguiente apartado.
Marketing verde vs greenwashing
Si algo nos da rabia es que se confunda el greenwashing con el marketing verde, porque no son lo mismo.
Muchas veces el greenwashing y el marketing verde son tomados como una misma cosa y no tienen nada que ver. El marketing verde está bien, el greenwashing no. Te contamos más sobre ello, con algunos ejemplos en este vídeo:
O puedes echarle un ojo aquí.
También hemos visto en muchas ocasiones como el greenwashing afecta a los planes de RSE (Responsabilidad Social Empresarial). Y es que sí, este tipo de planes muchas veces se hace con intenciones de lavado de cara, pero no tiene porqué ser así.
Cómo evitar el greenwashing
Para evitar el greenwashing debes saber identificarlo, pero ¿cómo identificar greenwashing?
Si te interesa evitarlo en tu día a día o en tu empresa, ten en cuenta estos 5 pasos:
Omite el embalaje y lee la etiqueta: las imágenes de cosas verdes o tonos tierra solo inducen al error. No hay regulaciones sobre las imágenes que una empresa pone en su packaging, así que lee las etiquetas.
Busca pruebas de que los productos son sostenibles: deberían tener etiquetas o certificaciones que también puedes buscar online.
Deja de creer en los slogans: la palabra natural no está regulada por ley y no significa nada.
Información vaga: si no hay información suficiente, hay un problema. Los productos realmente respetuosos con el medio ambiente proporcionarán información más detallada, teniendo en cuenta áreas como la energía, las emisiones de gases de efecto invernadero, las condiciones de los trabajadores, la calidad del agua y del aire, etc.
Piensa global: que una empresa tenga una línea de productos sostenibles o más respetuosos con el medio ambiente no implica que no esté haciendo verdaderos desastres por otro lado. Infórmate acerca de las empresas.
Y si tienes duda de algún producto, pregunta. Esto es fundamental y no debería darnos reparo hacerlo.
¿Has caído en el greenwashing alguna vez? Te lee en los comentarios. ;)
El cuarto sector: empresas que quieren cambiar el mundo
¿Es la primera vez que escuchas lo de “cuarto sector económico”? ¿Sabes lo qué es pero no te queda claro? Si tu respuesta fue que sí a cualquiera de las dos preguntas, quédate por aquí que te explicamos clarinete qué es el cuarto sector de la economía, hacia dónde vamos y cuál es la nueva filosofía.
Si es la primera vez que escuchas lo de “cuarto sector” o si sabes lo qué es pero no te queda claro en qué dirección vamos, quédate por aquí que te vamos a contar qué es el cuarto sector económico, por qué lo necesitamos y cuál es la filosofía de estas organizaciones top.
¿Cuál es el cuarto sector de la economía?
El cuarto sector es un sector emergente en la economía formado por organizaciones que buscan por igual tener una rentabilidad económica y un compromiso por el medio ambiente y por la sociedad.
También se conocen como organizaciones “for-benefit” o híbridas porque su objetivo es conseguir beneficios financieros para invertir en beneficios sociales -bien en la propia empresa para sus trabajadores como en diferentes causas (sociales, ambientales, médicas, animalistas, etc.).
Pero esto no es nuevo, lleva gestándose desde finales del siglo XX debido a la necesidad de frenar el cambio climático, de conservar los ecosistemas de nuestro planeta y de defender los derechos humanos que algunos han olvidado, de ahí, la vital importancia del cuarto sector económico.
Te dejamos un vídeo para que tengas más clara cuál es la definición de cuarto sector 😄 :
Todos hemos estudiado en el colegio cuáles son los sectores económicos, pero seamos sinceros, conviene hacer un repaso.
Los sectores económicos old school
Los sectores económicos son la división de las diferentes actividades económicas de un Estado o territorio e incluye todas las etapas de producción -desde la extracción de recursos naturales hasta su distribución y comercio.
PRIMER SECTOR
Formado por empresas privadas con ánimo de lucro que no están controladas por el Estado. Estas empresas pueden pertenecer al:
Sector primario: sus actividades económicas se basan en la extracción y explotación de recursos naturales (agricultura, ganadería, pesca, acuicultura, silvicultura, apicultura, pesca, minería y explotación forestal).
Sector secundario: también conocido como industrial, es aquel que transforma las materias primas extraídas en el sector primario en productos de consumo o en bienes.
Sector terciario o de servicios: en él se desarrolla la distribución y comercialización de los productos de consumo, bienes o servicios a personas y empresas. Por ejemplo, los servicios comerciales, los prestados a otra empresas, bancarios, turísticos, etc.
Sector cuaternario: es una subdivisión del sector terciario y donde se monetizan las actividades intelectuales o el conocimiento. Por ejemplo: consultoría, investigación y desarrollo, planificación estratégica, etc.
Sector quinario: también se considera una subdivisión del sector terciario y se engloban todas aquellas actividades de creación, reordenación e interpretación de ideas y proyectos. Por ejemplo: la educación pública, la seguridad ciudadana, la salud pública y la cultura.
SEGUNDO SECTOR
También llamado sector público, engloba todas las instituciones que pertenecen al Estado. Nuestra mejor amiga, Hacienda, pertenece a este grupo.
TERCER SECTOR
El tercer sector de la economía agrupa a todas las entidades sin ánimo de lucro en las que los beneficios no se distribuyen a sus propietarios o accionistas sino que se invierten en seguir cumpliendo sus objetivos (investigación, labores sociales, animalistas, medioambientales…).
Estos sectores fueron descritos cuando el planeta era diferente y por suerte, había abundancia de recursos. El cuarto sector es una respuesta a las necesidades y a la situación actual del planeta y de las personas.
“Producir con sostenibilidad ambiental y para el bienestar social. Preferir una marca por el comportamiento ético de la empresa y no solo por las características del producto. No es ciencia ficción, sino una tendencia que está ganando impulso.”
Ahora que ya refrescaste el tema de los sectores económicos, te dejamos una definición bastante gráfica:
¿Así se ve mucho mejor, eh?
ORGANIZACIONES “FOR-BENEFIT”: UNA NUEVA FILOSOFÍA
La característica principal de las organizaciones for-benefit o del cuarto sector económico es que integran acciones en su modelo de negocio para crear impactos positivos en la sociedad y el medio ambiente, al mismo tiempo que obtienen una rentabilidad económica. Esto se conoce como triple balance.
La sostenibilidad o el triple balance.
No es nada nuevo que los millenials y las generaciones posteriores estamos preocupados por nuestro futuro y lo reflejamos en nuestros hábitos de vida: no nos importa pagar más por productos sostenibles, somos fieles a las empresas con valores reales por la sociedad y el medio ambiente y cada vez más, decidimos emprender proyectos que contribuyan a crear impactos positivos en el planeta.
En la encuesta anual Millenials 2018 elaborada por Deloitte, el 80% cree que para medir el éxito empresarial se deberían tener en cuenta además de los resultados financieros, otros factores como el compromiso con sus empleados, clientes, comunidades y la sociedad en su conjunto.
Por ello, los principales impulsores de este cambio han sido los jóvenes emprendedores que apuestan por una nueva forma de hacer las cosas, en el que las personas y el planeta cobran importancia.
Muchos lo llaman “cuarto sector de emprendimiento” precisamente porque el emprendimiento sostenible es uno de los pilares de este cuarto sector económico.
Más allá de las leyes y las certificaciones
Como respuesta a este cambio de mentalidad se ha endurecido la legislación en materia ambiental y social, han surgido diferentes certificaciones y han aparecido la RSE (Responsabilidad Social Empresarial) y la RSC (Responsabilidad Social Corporativa) en las Políticas de la leche de empresas.
Está muy bien.
Pero en muchas ocasiones se ha visto la falta de compromiso real con sus trabajadores, con el medio ambiente y/o con la sociedad por lo que estas acciones y Políticas se quedan en estrategias de marketing.
Por la parte que le toca a los gobiernos, muchos siguen negando el cambio climático y tan solo unos pocos llevan a cabo acciones y leyes que protejan nuestro planeta.
Por eso, las empresas del cuarto sector deben ir más allá de los sellos y los papeles. Lo que importa de verdad es la transparencia y la validez de sus acciones.
Sus pilares son:
Propósito social.
Ánimo de lucro.
Son transparentes con todas sus partes interesadas (clientes, proveedores, gobiernos, etc.)
Incentiva y cuida a sus trabajadores.
Políticas de igualdad.
Compromiso con la sociedad y el medio ambiente.
Filosofía cooperativa.
No tiene por que ser una empresa totalmente sostenible o ecológica, pero sí demostrar un compromiso real con todos sus valores.
“Responsabilidad y ética is the new black.”
El cuarto sector en España está presente en SANNAS, una asociación de más de 90 empresas y autónomos con ánimo de cambio que apuestan por los 3 pilares de la sostenibilidad. Otro ejemplo de empresa del cuarto sector económico en España es Mondragón en el País Vasco, una multinacional formada por diferentes cooperativas que tiene objetivos sociales para sus miembros, empleados y personas en general.
Si quieres saber cómo está el panorama mundial en relación al cuarto sector de la economía, te dejamos estas dos webs con mucha información de calidad:
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No te vamos a engañar, nos ha encantado este post. Porque espiar mola y porque nos ha dado unos cuantos trucos que no conocíamos para mejorar nuestros anuncios en redes sociales. ¿Tú ya sabes cómo se anuncia tu competencia?
3 puntos clave para pasar de emprendedora a empresaria
Por Slow Fashion Next
Si tienes una marca de moda sostenible, no puedes perderte el blog de Slow Fashion Next. De él hemos seleccionado este artículo que menciona 3 claves para hacer crecer tu proyecto. Y si no te dedicas a la moda slow, no pasa nada porque también son aplicables a los demás sectores.
Guía Instagram Hashtags: Aumenta Tu Alcance Y Engagement (2019)
Por TheGrowHacker
Si no sabes usar los hashtags de Instagram correctamente o quieres mejorar tu alcance gracias a ellos, este artículo te desvela todos los trucos y herramientas que puedes usar para ello. ¡Llega a más gente con estrategia!
Y hasta aquí por hoy. Te esperamos en los comentarios para que nos cuentes tus impresiones.